¡¡¡Hola a todos!!!
Después de haber sobrevivido a la semana santa y todos sus problemas, volvemos a la carga.

Antes de proponeros los siguientes retos lógicos, os quiero decir que acabo  de poner un enlace sobre LOGA que os llevará a una página donde aprenderéis en unas pocas lecciones a controlar a la tortuga para que haga cosas muy interesantes. Hay algunas diferencias con repecto a LOGA, por ejemplo, en vez de la instrucción AVANZA se escribe ADELANTE, en vez de GIRA IZQUIERDA, se escribe IZQUIERDA,... No os asustéis, lo van explicando pasito a pasito desde lo más sencillo hasta lograr unos resultados que no esperáis.

Y ahora, los desafíos neuronales:

26. Te encierran en una celda con dos guardianes: uno que dice siempre la verdad y otro que siempre miente. La celda tiene dos puertas: la de la libertad y la de la esclavitud. Tu destino dependerá de la puerta que elijas para salir de la celda.

Tienes derecho a hacer una pregunta a uno de los guardianes. Por supuesto, no sabes cuál es el que dice la verdad y cuál es el que miente.
¿Qué pregunta harías para conseguir la libertad de forma segura?

27. Era el cumpleaños del director de una prisión. Como cada año, para celebrarlo, hacía una buena acción: pondría en libertad a uno de sus presos. Llamó a su despacho a tres de los reclusos y le dijo:

- Mirad. Ya sabéis que por mi cumpleaños siempre pongo en libertad a uno de los presos de esta cárcel. Vosotros tres sois los que os habéis portado mejor este año, pero no me decido por ninguno. Así que he decidido poneros una prueba para que el premio de la libertad lo consiga aquel que sea más inteligente.

Mirad, aquí tengo tres boinas blancas y dos boinas negras. Os voy a colocar a cada uno una boina en la cabeza y guardaré las que sobran. Todo esto lo haré sin que podáis verlas. El primero que me indique el color de la suya será puesto en libertad, pero debe explicarme razonadamente cómo lo ha sabido.

Los presos pasearon un rato por la habitación viendo las gorras de los otros dos, pero no la suya propia ya que se habían retirado de la habitación todos los espejos, cristales y demás objetos que pudieran reflejar alguna imagen.

Al cabo de unos 5 minutos sin que nadie dijese nada, uno de ellos se acercó al director y dijo:

- Señor director, ya sé de qué color es mi boina: es blanca.

- Efectivamente. Habrás ganado tu libertad si me explicas cómo lo has sabido.

La explicación fue razonada, así que aquella misma tarde alguien pudo sentir en su rostro el viento que corría por la calle.

¡Hale, a pensar todos! ¡El lunes veremos quién ha podido con los dos problemas!